El próximo 1 de mayo marca un hito en la historia económica de Ecuador con la entrada en vigor del acuerdo comercial con China. Este pacto, que implica la eliminación de aranceles para una variedad significativa de productos, está generando un intenso análisis entre expertos y analistas económicos.
Desde esa fecha, el 41% de las exportaciones ecuatorianas ingresarán con cero arancel a China. Este movimiento estratégico no solo promueve un comercio más fluido, sino que también proyecta un horizonte de oportunidades para el desarrollo económico del país.
Daniel Legarda, exministro de Producción, Comercio Exterior, Inversiones y Pesca, destaca que el acuerdo abarca 4.677 subpartidas de productos, lo que representa una amplia gama de bienes que se beneficiarán de esta eliminación de aranceles.
Es fundamental resaltar que este acuerdo no solo beneficia las exportaciones, sino también las importaciones de Ecuador desde China. El 63% de las compras de Ecuador desde China disfrutarán de aranceles cero, lo que fomenta aún más el intercambio comercial entre ambas naciones.
La eliminación progresiva de aranceles durante los próximos años, hasta el 2034, garantiza un panorama de estabilidad y crecimiento para el comercio bilateral. Esto permitirá que el 99% de las exportaciones ecuatorianas estén libres de aranceles en el mercado chino.
En los que tiene que ver con las importaciones de Ecuador desde China, estas exclusiones se concentran en su mayoría en el sector agrícola y manufacturero, son más de 800 productos como leche, textiles y confecciones, calzado, metalmecánica, aluminio, vidrio, cerámica plana, neumáticos , muebles, línea blanca, atún, arroz, azúcar, papas, cebollas, maíz, entre otros.
El análisis detallado revela que el 50,80% del comercio ecuatoriano experimentará una desgravación inmediata con el acuerdo comercial y el cero arancel a China. Esta medida no solo fortalece la competitividad del país, sino que también abre nuevas oportunidades para el crecimiento económico sostenible.
Alberto Acosta Burneo, editor de Análisis Semanal, considera que este acuerdo desmontará los modelos obsoletos de sustitución de importaciones. Esta visión, centrada en la apertura y la competencia, promete revitalizar la economía ecuatoriana y fomentar la innovación y la diversificación productiva.
La entrada en vigor de este acuerdo comercial redefine el panorama económico de Ecuador. Promueve la competitividad, la diversificación y el crecimiento sostenible, sentando las bases para una nueva era de prosperidad económica y desarrollo.
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