En el primer semestre de 2024, la dinámica del sector portuario en Ecuador ha mostrado una evolución significativa. Los puertos comerciales ecuatorianos han estado en el centro de una competencia reñida, influenciada por el movimiento de líneas navieras entre terminales. Este fenómeno ha provocado variaciones notables en el volumen de carga contenerizada movilizada por los principales puertos del país, destacando el impacto directo de estas decisiones en la operatividad y rentabilidad de cada terminal.
El Puerto de Guayaquil, operado por TPG, se mantiene en la cima del ranking. Mueve el 30% de la carga. DP World Posorja, con un crecimiento notable, alcanza el 29,6% de participación en el mercado. Por otro lado, Contecon, operador del terminal multipropósito de Guayaquil, ha visto una disminución significativa en su participación. Ahora ocupa el cuarto lugar, con solo el 11% de la carga contenerizada. Esto representa una caída drástica en comparación con el 33% que manejaba en el mismo periodo del año anterior.
Este cambio en las posiciones se debe en gran parte al traslado de importantes líneas navieras como Maersk, que decidió mover sus operaciones de Contecon a Posorja, y MSC, que se trasladó a Bananapuerto, el cual se mantiene en el tercer puesto con un 21% de participación. Estos movimientos han afectado no solo los volúmenes de carga, sino también los ingresos económicos de los puertos involucrados. Contecon, por ejemplo, experimentó una caída del 58% en sus ingresos durante el primer semestre de 2024, mientras que Posorja incrementó sus ingresos en un 53%.
La competencia entre los puertos comerciales ecuatorianos muestra cómo las decisiones estratégicas de las líneas navieras alteran el panorama del transporte marítimo en el país. Este reajuste en el mercado podría consolidarse en los próximos meses con el aumento de importaciones durante la temporada alta. También se esperan nuevos negocios para 2025. Sin embargo, esto refleja los desafíos que enfrentan los puertos para adaptarse a las nuevas realidades del comercio internacional. La flexibilidad y la capacidad de respuesta rápida son clave para mantenerse competitivos.
La evolución de los puertos comerciales ecuatorianos no solo depende de la infraestructura y capacidad operativa, sino también de las alianzas estratégicas y la capacidad de atraer y retener a las principales líneas navieras del mundo. A medida que el sector portuario continúa adaptándose a estos cambios, es esencial que todos los actores involucrados, desde los operadores portuarios hasta los clientes y empleados, comprendan las implicaciones de estos movimientos y estén preparados para los desafíos y oportunidades que se presenten.
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