Ecuador y Europa trabajan arduamente para cumplir con la nueva normativa de deforestación de la Unión Europea, aprobada en 2024. Esta regulación afecta las exportaciones de cacao, café y palma hacia dicho mercado y los exportadores ecuatorianos se capacitan para cumplir con las nuevas regulaciones.
El Reglamento 1115 exige que las empresas exportadoras a la Unión Europea demuestren que sus productos no provienen de áreas deforestadas o degradadas. Los productos regulados incluyen aceite de palma, ganado, soja, café, cacao, madera y caucho, así como sus derivados.
Esta normativa tiene como objetivo combatir la deforestación mundial y asegurar el respeto de los derechos laborales y de los pueblos originarios. En este contexto, organismos alemanes están asesorando a los exportadores ecuatorianos para cumplir con la legislación, que debe adoptarse antes de finales de diciembre de 2024. Para micro y pequeñas empresas, el plazo se extiende hasta el 30 de junio de 2025.
Los exportadores que no cumplan con esta normativa no podrán seguir enviando sus productos a la Unión Europea. Ecuador exporta aproximadamente USD 350 millones en productos como café, cacao y palma. La normativa afecta especialmente a pequeños productores, quienes podrían enfrentar serios desafíos.
“La normativa implicará una gran logística y gasto para los negocios en Ecuador que deben demostrar su cumplimiento”, comenta Ulrike Stieler, directora DEinternational de la Cámara Ecuatoriano-Alemana AHK.
La Sociedad Alemana de Cooperación Internacional (GIZ) ha implementado el programa Agricultura Sostenible para Ecosistemas Forestales (SAFE), enfocado en adaptar las cadenas de valor a las demandas de productos sostenibles según la normativa europea. En Ecuador, SAFE se ha aplicado en Sucumbíos y Orellana, ayudando a productores de cacao a obtener certificaciones que cumplen con el reglamento de cadenas libres de deforestación.
Otro programa de la GIZ, Cadenas Libres de Deforestación, se desarrolla en la región Costa, centrado en la producción de pitahaya, camarón y madera. Barbara Schulz, jefa de cooperación de la Embajada de Alemania en Ecuador, detalla que estos programas preparan a los pequeños productores para el mercado europeo.
La AHK también asesora a los exportadores ecuatorianos sobre herramientas para demostrar el cumplimiento del reglamento europeo mediante certificaciones ya obtenidas. El plan comienza con el sector florícola y luego incluye banano y café. Esto también se hace con miras a cumplir futuras normativas.
El Reglamento 1115 no es la única normativa compleja de la Unión Europea en cuanto a responsabilidad ambiental y social. En Alemania, los importadores deben garantizar aspectos sociales en toda la cadena de valor, lo cual es complicado de asegurar.
Recientemente, entidades alemanas anunciaron su apoyo a negocios ecuatorianos y presentaron datos sobre la relación comercial entre ambos países durante un foro económico. En el evento, explicaron que la cooperación bilateral recibe recursos cada dos años para nuevos programas. Para 2024, se prevé una nueva asignación de fondos para los próximos dos años.
En 2022, se destinaron más de 100 millones de euros, equivalentes a aproximadamente USD 110 millones, a cooperación técnica con la GIZ y cooperación financiera con el banco alemán de desarrollo KfW. Estos recursos se destinan a programas de desarrollo urbano sostenible, transparencia y gobierno abierto. En 2024, se planea abrir una nueva línea de financiamiento para comunidades que reciben migrantes.
Stieler destaca que existen «nichos interesantes» en Ecuador para Alemania. La AHK asesora a empresarios alemanes en diversas áreas y a exportadores ecuatorianos en su participación en ferias internacionales. Además, les guía en el cumplimiento de requisitos de trazabilidad, transparencia y sostenibilidad, cada vez más complejos. Recomienda a los emprendedores ecuatorianos consolidar primero su producto en el mercado local antes de expandirse hacia otros mercados.
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